BIBLIOFILIA

El primer libro de bolsillo de la historia

Carla Manzano.- La cultura libresca de la Edad Media y la incipiente Modernidad asistió a la creación de una enorme variedad de manuscritos lujosamente encuadernados e ilustrados, muchos de gran formato, así como de códices enriquecidos con oro y plata y escritos sobre pergamino de tonos moradas. Aun así, y como reza el dicho, con frecuencia en el bote pequeño se encuentra la buena confitura. Este es el caso del llamado Codex Rotundus (o códice redondo, por su forma circular), un libro de horas compuesto por 266 páginas y escrito en latín y francés. El manuscrito es un caso único, tanto en su forma como en su tamaño: su diámetro apenas supera los 9 cm y las páginas fueron recortadas para ajustarse al caprichoso diseño ideado por su autor. Pero es que, a esta dificultad, se añade el hecho de que está encuadernado en un lomo de 3 cm de ancho, y sus cubiertas se encuentran sujetas por tres anclajes metálicos: una hazaña editorial para la época.

Algunas pistas nos conducen al posible destinatario de esta maravilla, por ejemplo, la inicial "D" que figura en el folio 24r como prolegómeno del Divino Oficio de la Sagrada Cruz, que es el primer texto que aparece en el códice, inmediatamente después del calendario francés. Esta D contiene un escudo de armas en su interior el cual, al parecer, el siguiente propietario del libro trató de borrar. Sin embargo, aún se pueden percibir algunos rastros del que sería, en su origen, el escudo de armas del conde Adolfo de Clèves y La Mark. Este señor feudal habría entrado en contacto en la corte borgoñesa con las corrientes más innovadoras en lo que respecta a la redacción e iluminación de códices miniados, las cuales le sorprendieron y admiraron hasta el punto de promover la creación de obras exclusivas e innovadoras como este Codex Rotundus.

El autor material de este códice permanece en el anonimato, pero por distintas señales estilísticas y algunas referencias documentales sabemos que se trata de un artista perteneciente a la escuela flamenca que habría trabajado durante un tiempo con los maestros de Dresde, de los cuales habría extraído muchas técnicas y motivos para la realización de este caso único de manuscrito medieval: el primer libro de bolsillo de todos los tiempos. LEER MÁS


¿INVERTIR EN LIBRO ANTIGUO ES UNA BUENA IDEA?

Ahora que la inversión en bolsa se ha convertido en lo más parecido a la ruleta (rusa), hay quien puede estar tentado de depositar su dinero en un bien tangible, de un valor probado y con expectativas de generar en un futuro más o menos próximo un rédito suficiente: arte, antigüedades... ¿por qué no libro antiguo? De siempre, los libros han sido vistos como un depósito de confianza, de valores seguros e inmutables. Ahora bien, ¿tanto como para invertir en ellos los ahorros familiares? Traemos a escena opiniones autorizadas sobre la materia, tanto a favor como en contra, para general orientación. LEER MÁS

¿ES LA BIBLIOFILIA UNA ENFERMEDAD?

Manía, obsesión, enfermedad... demasiadas veces se ha querido asociar la bibliofilia con un transtorno de la personalidad, cuando ante todo se trata (etimológicamente, al menos) de una pasión, de un afecto: de un amor. Más allá del furor coleccionista y la codicia acumuladora, el bibliófilo es, más que cualquier otra cosa, un devoto enamorado, y lo es de un objeto material, bello en su forma, cuidado en su confección y perfecto en su contenido. Icono del más alto saber, el libro se muestra ante los ojos del bibliófilo como un dechado de virtudes que lo hacen digno de culto. ¿Cómo va a ser eso insano? LEER MÁS

EL LIBRO QUE NADIE PUEDE LEER

Es, quizás, el libro que más misterios guarda entre sus páginas. Se trata del único manuscrito de origen medieval que no ha conseguido ser descifrado hasta ahora. Escrito hace unos 600 años por un autor anónimo en un alfabeto no identificado y un idioma incomprensible, el Manuscrito Voynich se ha convertido en el Santo Grial de la criptografía histórica, aunque los detractores de esta obra defienden la teoría de que el libro no es más que una secuencia de símbolos al azar que carecen de sentido alguno. Invención o realidad, lo cierto es que el Manuscrito Voynich fascina hasta a los más escépticos. LEER MÁS


DORÉ: EL VAGABUNDO COMO HISTORIADOR

El genio del grabado francés del siglo XIX Gustavo Doré logró, con su serie de litografías sobre Londres, conmover al público de su tiempo con unas estampas veraces, hondas y comprometidas con la realidad, lo cual no fue entendido por todos. Y es que, hasta entonces, el artista había halagado el gusto popular con sus ilustraciones de grandes obras literarias (la Divina Comedia de Dante o las obras de Shakespeare) o de escenas bíblicas, algo bastante inocuo en suma y adecuado para todos los públicos. Sin embargo, cuando Doré colocó un espejo ante quienes hasta entonces le habían acogido con entusiasmo, se elevó por encima de su tarea de mero ilustrador para convertirse en un auténtico cronista: en artista verdadero. Y eso que él, en sus propias palabras, apenas se consideraba como un simple vagabundo... LEER MÁS


ARIAS MONTANO Y LA BIBLIA REGIA

Benito Arias Montano es recordado por su Biblia regia o Políglota de Amberes (1568-1572), un libro que contiene el texto bíblico de la Biblia Políglota Complutense, con versiones en hebreo, griego, arameo y latín. La Biblia Regia consta de ocho volúmenes y el trabajo hasta su publicación definitiva se prolongó durante cinco años. Se imprimieron 1213 ejemplares y fue impresa por el maestro Cristóbal Plantino. Se la denominó Biblia Regia porque su patrocinador fue el rey Felipe II. La Políglota de Amberes es la primera edición de la Biblia en la que se introdujo la numeración de los versícúlos del texto hebreo.  LEER MÁS