Daniel Cotta.- Llevaba varias semanas sonriéndome desde su portada, desde esos ojos azules e inapagables con que Pedro Sevilla recuerda a su madre en El amor es ahora (Libros Canto y Cuento, 2019). Y ha sido en estos días de confinamiento cuando el libro se ha abierto entre mis dedos como una flor lenta y pudorosa, de esas que tanto perfuman.
Comentar esta obra sería toquetearla, porque hay en ella tanto corazón abierto, tanta paz y tanta delicadeza verbal que reseñarlo sería hablarle del atardecer a los ciegos. El amor a la madre, a la esposa, a los hijos, a los amigos empapa cada página del libro. Y no acaba ahí: es un amor que se expande hacia todos los enfermos, hacia todos los conocidos, hacia todo aquel que ha aportado a la vida del poeta un pellizco de estremecimiento humano. Es un palpitar que sacude también al lector, gozoso de ser el confidente de esta efusión cordial y generosa.
Estos tiempos de hastiado confinamiento quedan pálidos y avergonzados ante el verdadero dolor que describe Pedro Sevilla en los veinte capítulos de su obrita: el de la enfermedad y la muerte. Con todo, es un libro regocijado y ebrio de gratitud hacia la vida, la historia del dolor convertido en combustible moral, según afirma el escritor en uno de sus muchos felicísimos hallazgos líricos y emocionales.
Una sola pega he de consignar, pega que a los críticos les parecerá virtud. Y es que varios pasajes del libro, especialmente los que narran la enfermedad, hacen demasiado explícito el borroso fondo anecdótico que palpita al fondo de algunos de los mejores poemas de Pedro Sevilla, los contenidos en Serán ceniza (Libros Canto y Cuento, Colección DKV de Poesía, 2015), un libro lleno de poemas memorables y de bienaventuranza, tal como aparece en la prosa impecable y sencilla de El amor es ahora.
Espigo sin orden, como un niño loco por un campo de amapolas, puñaditos varios de belleza que el libro contiene:
Era media tarde de una primavera entrada en días.
He caído en la cuenta de lo peligroso que puede llegar a ser un poeta político. Para la poesía, para la política y para la persona.
Ayudar a Alberti me emocionó como si hubiese ayudado a un olivo centenario a moverse desde una besana a otra.
Las madres saben que a los niños enfermos hay que abrazarlos fuerte de noche, precisamente para que no se los lleve la luna.
Los ojos de Josefa, y el pájaro blanco de su mano despidiéndome, fue lo último que vi antes perderme por pasillos blancos.
Mejoré ostensiblemente, gané algo de peso y las fiebres dejaron de venir algunas tardes, como los novios informales.
Y ya paro, pese a que El amor es ahora sea un libro de esos que no paran aunque su acorde final, tenaz como las campanas del pueblo de Pedro, haya dejado de sonar en la paz amarilla de la tarde.
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Enrique Baltanás (Alcalá de Guadaíra, Sevilla, 1952) es autor de varios libros de poemas, todos ellos representados en la antología Medidas provisionales (2004), volumen al que siguieron El argumento inacabado (2005), Trece elegías y ninguna muerte (2010) y Las propiedades del aire (2015). Ha sido premio Luis Cernuda y Premio de Poesía Unicaja. Con su novela A punto de dejarlo (2012) obtuvo el Premio Tiflos de Novela. Fruto de su larga dedicación machadiana son los libros Antonio Machado Nueva biografía (2000), Los Machado (2006) y La obra común de los hermanos Machado (2010), sobre la obra teatral de ambos hermanos. Ha publicado los ensayos La materia de Andalucía (2003) y Las olas muertas (2011) y el libro de aforismos Minoría absoluta (2010). Ver+
NOVEDAD
Nacido en Cártama (Málaga) en 1967, estudió la carrera de Filología Clásica. Desde hace años reside en Sevilla y actualmente imparte clases de Filosofía. Es autor del ensayo Topicario. Arpones contra el pensamiento simple (2005), así como de las novelas Las vírgenes prudentes (2005) Ulises y las sirenas. El dilema de la infidelidad (Paréntesis, 2009) y Manual de ayuda contra los libros de autoayuda (La Isla de Siltolá 2011), Teresa, mon amour (Mono Azul Editora, 2008) y Rosas de plomo. Amistad y muerte de Federico y José Antonio (Stella Maris, 2015), primer premio Stella Maris de Biografía Histórica. Asimismo, ha publicado los libros de poemas A merced de los pájaros y Menos la luna y yo. Como aforista ha publicado Cometario (La Isla de Siltolá, Sevilla, 2015). Ver+
En Epopeya sin héroe el autor selecciona sus poemas predilectos de sus tres libros publicados, a los cuales añade los inéditos del Cuaderno de desvelos. Seguimos encontrando en sus versos una actitud ante la existencia en la cual la humildad y cierto conformismo bien entendido constituyen el pase de favor privilegiado para ejercer dicha forma de dicha mínima, personal y cotidiana, quizás el último refugio que nos queda cuando hemos alcanzado la madurez necesaria para desconfiar de las grandes quimeras y las gestas vacuas. Ver+
ANDER MAYORA
AÑO ADENTRO
En Año adentro el autor describe un periplo poético, de hondo calado introspectivo pero permeable a los estímulos del paisaje y de la experiencia cotidiana, durante el cual va develando las múltiples capas que cubren su interioridad, a la búsqueda de un sentido que empape la totalidad de la vida, si es que ello fuese posible. El resultado es un ciclo lírico sólido y una propuesta literaria consistente, algo muy estimable en una época en la que la dispersión de las propuestas textuales suele ocultar una ausencia total de proyecto propio. Ver+
Manual de insomnios es el primer libro de poemas publicado por Miguel Cobo Rosa, docente de profesión ya jubilado, compuesto 56 textos de dicción sumamente personal, muy trabajados, en los que las imágenes y los ritmos se combinan de una forma precisa y clara, sin artificios ni amaneramientos innecesarios. Son poemas donde se escucha música de jazz y de Bob Dylan, donde las personas cobran cuerpo ante nuestros ojos y podemos percibir el latido de sus inquietudes, sus nostalgias, sus deseos y sus miedos. Ver+
Destellos, impresiones fugaces, atisbos entrevistos... Vistas, bosquejos reúne un amplio abanico de haikús y poemas breves del autor mexicano López-Mijares, en cuyos huidizos versos se condensa una concepción de la vida y de la poesía sutil y profunda, en la cual el lector asume el papel de espectador extasiado ante una realidad que le supera y le admira, además de inundarle de estímulos y preguntas seguramente sin respuesta. Antonio López Mijares (México, 1951) ha publicado varios libros de poesía: Felicidad en los suburbios claros(1990), La casa transparente. 1988-1998 (2000) y Epígrafes, poemas (2012). Ver+
En Nocturnal se reúnen 37 poemas de la autora andaluza Carmen Iglesia, 37 poemas que rezuman veracidad y hondura, sin descuidar la autoexigencia estilística y la honestidad literaria que hay que exigir a un poeta que se postule como tal. Son composiciones de dicción contenida y depurada, sin concesiones al exceso verbal, dotadas de una admirable sabiduría compositiva que permite que cada texto resuene con una gran variedad de armónicos semánticos, sin aprisionar al lector en formulismos preconcebidos. Estamos ante una poeta auténtica, que vive la vida poéticamente y que sabe plasmarlo en versos ricos, dulces incluso cuando transmiten verdades dolorosas. Ver+
Antonio Reinoso Lamela nació en Sevilla el 26 de Junio de 1969. Estudió filosofía en la Universidad de Sevilla, entre 1988 a 1993. En la actualidad, es técnico superior del Instituto Nacional de Estadística. Al aire es su primer poemario publicado, y en él se reúne una colección de composiciones donde la contemplación de la realidad se constituye en un modo de comulgar con lo que ella misma tiene de armonía, si el hombre es capaz de abandonar ciertas búsquedas absurdas para centrarse en la fruición del ser en su plenitud visible. Reinoso Lamela se inscribe en la tradición conciliada de la poesía española. Ver+
En Árbol de nadie, el autor traza un mapa imaginario que une los puntos que le separan del foco de luz que le irradia y, al mismo tiempo, ciega. Se trata de un periplo, tras su apariencia erótica, eminentemente espiritual, en el cual la amada ocupa -como en la poesía cortés- el papel de polo magnético que arranca al poeta de su ensimismamiento para abocarla a la experiencia radical de su insuficiencia íntima. El amor como dimensión casi mística cobra en estos poemas un papel relevante, por lo que tiene de abrelatas de la conciencia y, al mismo tiempo, como agua que sacia cuando se admite como horizonte siempre en retroceso y nunca colmado en sí mismo. Ver+
En Días comunes se reúnen 31 poemas en los cuales el autor se regocija con los pequeños placeres de la existencia, cuando ésta se ha abierto a lo esencial: el paso del tiempo, el esplendor de la naturaleza, la densidad de la experiencia íntima, la belleza de lo cotidiano... José Antonio Fernández Sánchez nació en 1963 en Terrassa (Barcelona). Trabaja como ferroviario. Ha publicado varios libros de poesía: Metafóricamente hablando, Asociación Cultural Letras Cascabeleras, 2015. Cine mudo, Editorial La Baragaña, 2014. Las mentiras de Platón, Editorial Polibea, 2013. Recopilatorio de lo absurdo, Editorial Germanía, 2013. Curvas, Ayuntamiento de Madrid, 2013. La eterna pubertad de Lino, editorial Cálamo Gesto, 2011, así como varias plaquettes. Ganador del XXV Premio Nacional de Poesía Acordes, 2017, con el poemario Di luz. Ver+
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